martes, 17 de abril de 2007

Una plegaria absurda

Libertad

Aquel mordisco de temor
Lo encontró desnudo
Frente al abismo.
Culpó sin tregua
A quien le asignaron
Como compañera.
Tomó sus cosas
(No eran demasiadas),
Afrontó el castigo
Y salió al mundo.

El Hombre

Despertar esa mañana,
Rasgar el templo,
Sudar la sangre,
Compartir el vino;
Todo parece en vano
Al ver matarse
A sus hijos entre ellos.
El hombre
Sueña haber muerto
En un pesebre.

Una Costilla

En aquel día original
Preguntó el niño asombrado
Por ese verso
Rescatado de la tumba,
El verdadero significado
De una costilla.

Judas

Recogiendo piedras
Elevando plegarias,
El orgulloso pecador
Golpeó al hombre
por la espalda,
mojó su pan,
le dio un beso,
y se ahorcó.

Otro Judas

Tejido de venas fértiles
Humedecen el camino,
El desierto sueño
Se rinde ante el océano.
El viento dispersa cenizas
Obligando al alma a florecer.
En la cruz resucitada
Le grité perdón.

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